Existen tres tipos básicos de macetas, las de arcilla, cerámica y barro. Cada una de ellas presenta unas ventajas, siendo los tres tipos muy decorativas, dependiendo del modelo empleado. Las macetas de plástico tienen la ventaja de ser mucho más manejables, con el tiempo, de cara al trasplante, ya que en ocasiones nos podemos encontrar con el problema de que la planta forme raíces en la parte externa del contenedor, buscándola humedad en la zona externa de la maceta, con lo cual, cuando trasplantamos, se puede perder parte del sistema radicular (hay que tener en cuenta que la planta toma el agua del sistema de raicillas externas). También presentan la ventaja de ser más manejables, en el caso de macetas o macetones de cierto volumen, pues el peso total del cepellón, la planta y la maceta es mucho menor que en el caso de una maceta de barro o cerámica. Las macetas de barro y cerámica suelen ser en muchos casos más decorativas, y más apreciadas en general que las macetas de barro. Las de barro son más porosas, por lo que el sustrato se seca con más rapidez a causa de la evaporación que en las de plástico, y el agujero central por precaución, es interesante cubrirlo para que parte dela tierra seca se escurra. Las de plástico se suelen emplear más en el caso de jardineras colgantes en balcones y terrazas en macetas colgantes, debido a su menor peso. Probablemente las más bonitas sean las de cerámica, por su decoración.
En el caso de macetas de arcilla, suelen ser más decorativos los modelos antiguos, donde la maceta va tomando también distintos tonos en cuanto a coloración, lo que se acentúa porque en muchas ocasiones se trata de macetas que no están moldeadas en serie. Existen modelos actuales que reproducen las formas y decoraciones de piezas clásicas de la artesanía toscana.
Mostramos ejemplos:
Maceta de barro
Otro tipo serían las de madera, diseñadas con formas geométricas, se trataría de jardineras con forma de macetón. Reproducirían el diseño de los clásicos macetones para grandes suculentas y pequeños árboles que se empleaban en países como Francia y Alemania, en los siglos XVIII y XIX, para el cultivo de las plantas en exterior durante la época favorable, y que permitían su traslado para protegerlas del frío durante la época desfavorable.
Macetón de madera
Otro tipo serían jardineras de hierro galvanizado, del tamaño según modelos, de u macetón, en ocasiones de gran belleza, y que pueden ayudar a resaltar las plantas ornamentales sometidas a la topiaria.
También se comercializan macetas de hierro colado, elementos decorativos en ocasiones fieles reproducciones de jarrones y vasijas estilo imperial, con tonos ocres o bronce.
Maceta de hierro colado.
Otro tipo son las macetas de gres de formas elegantes, perfectas para exterior de aspecto formal, con colores desde beige, ceniza, azul cobalto y crema.
Maceta de gres.
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